Reducir la factura de la luz o hacer un uso más responsable y sostenible de la energía doméstica son algunas de las cuestiones que más preocupan a los consumidores y consumidoras. En torno a esta temática se detecta un cierto desconocimiento por parte de la ciudadanía. Pero algunos de ellos tuvieron la oportunidad de aclarar sus dudas durante la jornada ‘Píldoras de consumo energético inteligente’ que se celebró el pasado miércoles 20 de septiembre en la Antigua Escuela de Comercio de Gijón.
Esta actividad desarrollada por LUCE Gijón, a través de Acciona Energía, contó con la colaboración de MediaLab, el laboratorio universitario de tecnología y diseño de la Universidad de Oviedo. El director de este proyecto, Ramón Rubio, fue el encargado de impartir esta sesión, en donde desveló algunas de las claves para ahorrar en energía y así disminuir el coste del recibo eléctrico.
Considera que “la energía no es cara. Pagar dos euros al día de luz, para el servicio que nos da” no lo considera tan costoso. Puso especial atención en ciertos electrodomésticos, que son los que más gastan. Es el caso de la secadora, que es el aparato del hogar que “más potencia tiene” y que tacha de “poco aconsejable”. Aclaró que “lo que calienta y lo que enfría es lo que más cuesta”.
Pero también hay otros equipos que apenas se dejan notar en los recibos de las eléctricas. Un claro ejemplo de ello es el televisor. Si lo dejamos “un día encendido, los kWh que consumiría equivaldrían a 20 céntimos”.
El profesor de la Universidad de Oviedo explicó, además, que “la nueva tecnología requiere de menos potencia para la misma luz”, y para ello puso un ejemplo muy claro. “Una led de 10w alumbra más que una bombilla incandescente de 40w”, apuntó. Para conseguir 450 lúmenes que permitan la iluminación de una habitación se precisará de una incandescente de 40w o una led de 5w. La diferencia es importante.
Lo complicado que resulta entender la factura de la luz
Una de los asuntos que más interesó a la veintena de asistentes fue todo lo que esconde la factura de la luz. Dejó claro desde un principio que resultaba complicado entenderla. Desgranó cada uno de los gastos que la componen, es decir, energía consumida, alquiler de contadores, peajes de transporte y distribución, cargos e impuestos. También desveló los dos tipos de mercados que existen, diferenciando entre el Regulado, que controla el Estado, y el Libre, que queda en manos de las compañías eléctricas.
Ramón Rubio tenía serias dudas sobre cuál de las opciones era la más conveniente en estos instantes, ya que entraban en juego distintos factores. “Antes de la guerra de Ucrania, mejor el Regulado, después, el mercado Libre”, apuntó.
A la hora de ahorrar, indica que lo importante es “detectar cuál es el problema para poner la solución”. Con un medidor de potencia mostró a los asistentes lo sencillo que resultaba reducir el gasto de energía con un simple gesto. Al poner un secador con el nivel 1 de potencia se alcanzaban los 338 vatios. Al pasar al siguiente se llegaba a los 750, mientras que con el tercero se superaban los 1.160. El director de MediaLab señalo que de un paso a otro se “puede llegar a pagar el doble”, por lo que resulta básico saber “utilizar bien las cosas”.
También hizo una comparativa entre varios electrodomésticos con distinta etiquetas de eficiencia. La conclusión a la que se llegó es que la conveniencia de una opción u otra dependerá del uso que se le vaya a dar y de la amortización.