La Inteligencia Artificial está teniendo un gran impacto sobre distintos ámbitos de la sociedad, y cada vez más empresas de la región explotan esta herramienta para obtener una mayor eficiencia. Estas cuestiones, junto con el futuro de la IA, las consecuencias para el empleo y sus posibles efectos nocivos se abordaron en la mesa redonda Asturias frente al reto de la Inteligencia Artificial, que tuvo lugar el pasado jueves en la Antigua Escuela de Comercio. Dicho evento fue organizado LUCE Gijón Laboratorio Urbano, en colaboración con la Cátedra Merkle,
Entre los ponentes estuvieron Tato Valverde García, gerente de Transformación Digital en Acciona; Patricia López, responsable del centro de I+D+i de Alsa; Susana Montes, catedrática de Estadística de la Universidad de Oviedo; Óscar Luaces, catedrático de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial de la Universidad de Oviedo; y Moisés Riestra, director de Inteligencia Artificial de Unicaja.
Tato Valverde García, de Acciona, puso en valor el alto nivel de España en IA. Aunque “no tenemos los recursos de las 5 principales empresas del sector, sí que tenemos muy buenos ingenieros”. Sostiene que la educación en nuestro país es “muy buena”, pero reclama más colaboración por parte del “tejido empresarial”.
Explica que “la regulación del IA es muy necesaria”. Todo hace indicar que Estados Unidos avanzará a un “ritmo más rápido”, pero queda por saber “a qué coste” y las consecuencias que eso puede acarrear. En lo que se refiere a la creación de empleo, prevé que se vayan a crear más “trabajos de más calidad, y que aportarán un valor añadido”.
En este sentido, Patricia López, de Alsa, avanza que en el futuro serán necesarios “perfiles flexibles que desde su área de conocimiento sean capaces de abordar distintos ámbitos de la tecnología”. En el caso de la compañía de transportes, la Inteligencia Artificial ya se utiliza para conocer con cierta antelación “cuando es necesario que un autobús tenga que pasar por el taller” o para planificar las rutas más adecuadas.
Despierta cierta preocupación “la gestión de los datos desde el punto de vista energético”. Se requieren de muchos datos, pero también “se genera un desperdicio que tiene un impacto medioambiental. En su opinión, la IA debe reportar beneficios a todos, para que así “no haya un desequilibrio”.
Susana Montes, de la Universidad de Oviedo, espera que la Inteligencia Artificial no tenga repercusión sobre el empleo en el futuro. “El ser humano nunca ha estado parado, y es algo natural adaptar los trabajos a la tecnología”. De hecho esta herramienta se encuentra “supervisada por humanos”.
En su intervención destacó la buena salud que atraviesa la formación en España, con universidades sacando magníficos profesionales. Eso sí, admite que “Europa está a diferente nivel respecto a Estados Unidos”.
Su compañero en la Universidad, Óscar Luaces, destaca la capacidad de la Inteligencia Artificial para dar respuesta a problemas de distintos ámbitos, como puede ser el sanitario, logístico o turístico. Se muestra sorprendido por “la velocidad con la que se está acelerando esta ciencia desde hace 5 años”, que era algo con lo que no contaba nadie.
Respecto a los desafíos a los que se enfrenta esta herramienta, lo tiene claro. “Hay talento, pero hay que alimentarlo. En España no lo hacemos mal desde el punto de vista tecnológico”.
Afirma que “la IA y los resultados que se obtienen son novedosos, intrusivos, con consecuencias importantes”. Pero en su opinión, “los problemas que están detectados en torno a ella ya están legislados”.
Moisés Riestra, de Unicaja, señaló que la apuesta pasa por crear “un marco de trabajo conjunto, con métodos más modernos que pondremos a disposición de los clientes”. Entre las preocupaciones que puede deparar la Inteligencia Artificial está que todo se concentre en muy pocas empresas, como Meta, Microsoft y Apple, y que puedan hacer “de pago el uso” de esta tecnología.
En lo que se refiere a la influencia que tendrá sobre el trabajo, prevé que se vayan a “optimizar los empleos que ya existen”. No obstante, “necesitamos otros perfiles, con otras capacidades, que piensen de otra manera”.